
En los últimos años, el mundo está siendo testigo de una revolución silenciosa en el
sector agrícola y energético: la agrovoltaica. Este término combina dos conceptos
fundamentales: la agricultura y la fotovoltaica, ofreciendo una solución sostenible que
promete cambiar la forma en que cultivamos la tierra y generamos energía limpia.
Pero, ¿qué es exactamente la agrovoltaica y por qué está ganando tanta relevancia?
La agrovoltaica, se trata del uso combinado en una misma superficie de terreno, tanto
para la producción agrícola, como uso principal, como para la producción de
electricidad mediante un sistema fotovoltaico, como uso secundario. A diferencia de
las instalaciones fotovoltaicas convencionales, este sistema está diseñado para
coexistir con cultivos, proporcionando un beneficio mutuo tanto para la producción
agrícola como para la generación de energía renovable.
Los módulos fotovoltaicos se instalan a una altura y orientación que permiten la
entrada de la luz suficiente para que los cultivos crezcan adecuadamente.
Además, algunos sistemas pueden incluir seguidores solares que optimizan la
captación de energía sin comprometer la fotosíntesis de las plantas.
Esta combinación de agricultura y energía solar ofrece numerosos beneficios:
1. Uso eficiente de la tierra: En lugar de competir por el espacio, la agrovoltaica
permite que la misma superficie se utilice tanto para cultivos como para la
generación de energía.
2. Protección contra el cambio climático: Los módulos fotovoltaicos pueden
actuar como una cubierta protectora, reduciendo la exposición de los cultivos a
temperaturas extremas o eventos climáticos adversos.
3. Mejora del ahorro y conservación del agua: las sombras generales por los
módulos hacen que la evapotranspiración de las plantas disminuya, lo que
conlleva a una reducción de las necesidades de agua, algunos estudios han
registrado unas reducciones de hasta el 30%.
4. Mayor eficiencia agrícola: En algunos casos, se ha demostrado que los
cultivos bajo módulos tienen mejor rendimiento debido a la sombra parcial que
reduce el estrés hídrico.
5. Mejora del rendimiento fotovoltaico: Gracias a la refrigeración que
proporcionan los cultivos se espera que la temperatura baje entre 2-3ºC, esto
mejoraría el rendimiento de los módulos fotovoltaicos.
6. Diversificación de ingresos: Los agricultores pueden obtener ingresos
adicionales a través de la generación de energía solar, creándose un nuevo
modelo de negocio, que aumenta el rendimiento económico del terreno.
En regiones como Castilla y León y Badajoz, se han implementado proyectos
agrovoltaicos que combinan campos de cultivos como cereales, olivos y viñedos con
módulos fotovoltaicos. En Francia, también se están llevando a cabo investigaciones
sobre cómo optimizar el rendimiento de cultivos específicos bajo sistemas
agrovoltaicos.
Por ejemplo, un proyecto reciente en Murcia está evaluando el efecto de los módulos
fotovoltaicos sobre hortalizas y plantas aromáticas.
En este tipo de proyectos, no solo se obtienen beneficios ambientales y económicos,
sino también se genera conocimiento clave para el desarrollo futuro de la tecnología.
La creciente preocupación por la sostenibilidad y el cambio climático ha llevado a
muchos países a buscar formas innovadoras de optimizar el uso de la tierra y
diversificar las fuentes de energía. En este contexto, la agrovoltaica surge como una
solución ideal, ya que no solo contribuye a la descarbonización del sistema energético
y a la reducción de emisiones de carbono, sino que también permite un uso más
eficiente del suelo, ayudando a fortalecer la seguridad alimentaria sin comprometer la
producción de energía renovable.
En países como Japón, Italia, Alemania y Francia, esta tecnología está avanzando
rápidamente, mientras que en España, el potencial es enorme debido a la gran
extensión de tierras agrícolas y el alto nivel de radiación solar, sin embargo no termina
de despegar debido a que no disponemos de una definición ni regulación del avance
de esta tecnología.
La agrovoltaica no es solo una tendencia pasajera, es una tecnología que está aquí
para quedarse y evolucionar. Su capacidad para combinar la producción de alimentos
y energía la convierte en una pieza clave para enfrentar los retos del cambio climático
y la seguridad alimentaria. En las próximas publicaciones, exploraremos aún más
detalles sobre cómo funciona, sus aplicaciones prácticas y su impacto en las
comunidades rurales.
La agrovoltaica no solo es una solución tecnológica, sino también un modelo integral para abordar los retos del cambio climático y promover el desarrollo sostenible en zonas rurales. Su capacidad para reducir emisiones, conservar recursos naturales y mejorar la economía rural la convierte en una herramienta clave en la lucha contra el cambio climático. Con un apoyo adecuado en políticas públicas y financiación, su adopción puede marcar una diferencia significativa a nivel global.
En futuras publicaciones, exploraremos las innovaciones tecnológicas que están impulsando su desarrollo y las oportunidades de inversión para pequeños agricultores.